Pese a la prohibición del uso medicinal de varias drogas alucinógenas y psicodélicas en muchos Estados, varios investigadores han acumulado una enorme base de datos sobre los efectos beneficiosos que pueden tener algunas de ellas para la salud.
La dimetiltriptamina (DMT) es una sustancia alucinógena que contienen numerosas plantas y endógenamente también el organismo humano. Según varios estudios de experiencias cercanas a la muerte, nuestro cerebro libera DMT cuando fallecemos. Algunos investigadores sugieren que también se genera durante otras experiencias, entre ellas el orgasmo.
La ayahuasca, un potente brebaje psicodélico consumido por los chamanes amazónicos, podría curar varios tipos complicados de estrés psicológico inconsciente que están detrás de condiciones médicas crónicas como el cáncer, las adicciones, la depresión y la esclerosis múltiple, según afirma Gabor Mate, un doctor de medicina de Vancouver, Canadá.
La dietilamida de ácido lisérgico, generalmente conocida como 'LSD', puede reducir significativamente la angustia en las personas mayores preocupadas por la muerte inminente, según un estudio liderado por el psiquiatra suizo Peter Gasser.
Un estudio de imágenes obtenidas por resonancia magnética de los cerebros de personas que estaban bajo la influencia de la psilocibina, contenida en los hongos alucinógenos, descubrió que la sustancia reduce la hiperactividad en ciertas zonas cerebrales, eliminando el 'ruido' excesivo, algo que tiene efectos positivos para la cognición y la memoria.
El éxtasis (MDMA), una sustancia popular entre los discotequeros, hace que el cerebro libere oxitocina, una hormona vinculada a los patrones sexuales, el amor y la compasión. Los científicos sostienen que esta hormona es útil en el tratamiento del trastorno del estrés postraumático y, potencialmente, de la angustia social en adultos autistas.
Años de investigación científica han demostrado que el cannabis sirve para aliviar el dolor crónico, prevenir el trastorno por estrés postraumático, estimular el apetito en los enfermos de sida que tienen síndrome de desgaste, controlar las náuseas o aliviar la presión intraocular asociada al glaucoma.
La psilocibina cura la adicción al tabaco. Un estudio del profesor de psiquiatría Matthew Johnson, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.), reveló que cinco fumadores adictos dejaron el hábito tras la primera sesión de tratamiento con psilocibina y se abstuvieron de fumar durante al menos un año.
***Vía RTNoticias
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