La exposición a altos niveles de ruido puede provocar serios problemas de salud, como alteraciones del sueño, pérdida auditiva, y problemas cardiacos, según un informe elaborado por el Observatorio Salud y Medio Ambiente de DKV, GAES y Ecodes en España.
Los especialistas alertan sobre la relación entre la exposición al ruido y la aparición de problemas de salud, como estrés, ansiedad, problemas cardiovasculares e incluso dificultades en el aprendizaje.
Según el informe, titulado "Ruido y Salud", las exposiciones diarias crónicas a niveles de ruido por encima de 65 decibelios (dB), el umbral diurno establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), o las exposiciones agudas superiores a los 80-85 dB pueden ocasionar alteraciones cardiacas a largo plazo.
"El ruido es un factor estresante que nos puede llegar a enfermar (...) Si estamos expuestos a niveles de ruido diurno por encima de los 65 dB de forma continua, puede generarnos estrés crónico, con las consecuencias que esto puede tener sobre la salud", según Jesús de la Osa, coordinador del informe.
Al advertir de la principal molestia producida por el ruido, el insomnio, De la Osa reiteró otros males que provoca el ruido como "la alteración del sueño, además de la aparición de trastornos psicológicos como estrés o ansiedad, problemas cardiovasculares, alteraciones del sistema inmunológico, falta de memoria y dificultades de aprendizaje (...) por la noche la OMS marca unos exigentes niveles de ruido menores de 30 dBA durante ocho horas para garantizar plenamente el sueño".
Los altos niveles de ruido pueden causar problemas auditivos, ya que la exposición prolongada a estos altos niveles de ruido puede provocar lesiones en el oído, destruyendo las células del órgano auditivo interno, responsables de la audición, por lo es recomendado usar protectores adecuados.
Es recomendable no superar el 60% del volumen máximo del aparato a la hora de escuchar música con auriculares; utilizarlo menos de 60 minutos al día, y utilizar reproductores de música con limitador de volumen para no rebasar los niveles saludables.
La audioprotesista de GAES, Beatriz de Diego, recomienda una dieta contra la contaminación acústica que consiste en "limitar el volumen de los reproductores de música, evitar lugares ruidosos, no molestar a los vecinos con ruidos innecesarios, utilizar más el transporte público o conducir de forma más eficiente y sin tocar el claxon de forma innecesaria" para disminuir los efectos negativos que tiene sobre nuestra salud.
Más de nueve millones de personas en España conviven a diario con ruidos que sobrepasan los 65 decibelios (dB), el umbral diurno establecido por la OMS.
***Vía Globedia
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