EL padecer el trastorno obsesivo compulsivo es algo muy difícil de llevar, es algo que te paraliza la vida te hace perder lo mas preciado que tienes.
Comencemos con explicar que es el trastorno obsesivo compulsivo es un trastorno de ansiedad caracterizado por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas, denominadas compulsiones dirigidas a reducir la ansiedad asociada.
El comienzo
Todo comenzó hace algunos años, Cuando cursaba el tercer año de colegio tenia amigos y todo normal, pero comencé a tener pensamientos raros pero no muy agobiantes, siempre que mi madre me llevaba al escuela pasábamos por un lugar que es una chatarrero en el que su color de paredes era rojo, empece por pensar que si miraba ese lugar antes de llegar al escuela todo mi día seria una desgracia, comenzó con esas ideas de presentimiento antes de que sucedieran las cosas.
Después de graduarme del colegio yo no quise ir a despedirme me daba fobia, yo quería estar con mis amigos y festejar, pero el trastorno no me dejaría por cuestiones de pensamientos irracionales, sin sentido.
Estudio turbulento
La cosa empeoro cuando estaba por ingresar al bachillerato, hice el examen online para saber donde quedaría, coloque en primeras opciones los lugares donde era formidable para mi estar, y que no eligiese donde estaban unos compañeros anteriores que me hacían burla,coloque los mejores bachilleres, pero cual es mi fortuna sorpresa de que mi madre ya lo había hecho por mi, coloco la escuela donde menos y era la peor que yo no quería, mi propio trastorno me prohibía quedar en esa escuela, hasta pensé en dejar de estudiar solo por esos pensamientos, pero afortunadamente quede en la que elegí y donde no habría personas que con el simple hecho de verlas quería morirme allí mismo.
Entrando al bachillerato
Entre en ese bachillerato, antes de entrar hacer mis rituales ya había comenzado, primero comenzó escupiendo demasiado, escupía no mucho si no de manera increíble, en serio cuando un pensamiento me amenazaba comenzaba a escupir, primero fue el suelo, mis padres me dijeron que porque lo hacia, les decía que porque tenia ganas de escupir, pero al tiempo se dieron cuenta que no era normal, escupía hasta hacer un charco en el suelo, mi madre me dijo que usase un bote, use el bote durante semanas, en unas horas ya había escupido lo suficiente como para cambiarlo porque daba un olor desagradable, así comenzó al principio pero después se me fue quitándome esa manía y comenzó otra.
Mas y mas rituales
La segunda que realizaba era curioso, rezar repetidas y numerosas veces, llegaba a rezar hasta 30 veces o mas en un minuto era una tortura, mantenía en secreto ese ritual pero mis padres lo descubrieron y mi padre como un persona inculta me decía que no hiciera esas cosas, porque si lo hacia se enojaba conmigo, mi madre platicaba con el, mi madre santa me llevo con un psicólogo, después de que el me entrevistara le dijo a mi madre que yo sufría de trastorno obsesivo compulsivo y me dieron medicamento para ver como funcionaba, lo tome durante días algunos no otros si, era muy irregular con mis pastillas, en el bachillerato como todo mortal normal hice amigos y estudiaba, pero cuando pase al siguiente grado se nos asigno ya por defecto la especialidad que elegimos, y todos nos separamos por así decirlo, Yo quede en programación, no hice muchos amigos allí, pero solo a unos cuantos los saludaba, Esos meses fueron tortuoso para mi, comencé a tener mas rituales, me lavaba las manos demasiado, me persignaba, escupía, tantas cosas tenia en la cabeza que no sabia que hacer con tanta presión, imagínense tener en tu cabeza que te diga desde que te levantes hasta que te duermes, que debes hacer y que no compulsiva mente, que si no haces un ritual te pasaría algo malo, al siguiente segundo que si no hacías esto me harían bullyng, que si no hacia lo otro me golpearían, aparte lidiar con pleitos de mi familia y el bachillerato, a veces solo quería tener la mente en blanco pero me era imposible.
La contaminación
Con los maestros no quedaba bien, porque me era difícil hacer tareas, cuando salia del colegio automáticamente me sentía contaminado, mi ropa de bachillerato estaba contaminada totalmente al llegar a casa, lo primero que hacia quitarme el uniforme y no tocar ni cuadernos, ni mochila, ya que estaban contaminadas no se de que pero mi cerebro automáticamente me avisaba no puedes tocar eso que te puede ir mal, cada vez mis rituales se hacían mas obvios, falte 15 días al colegio por lo mismo no me podía controlar, escupía en el bus sin que se dieran cuenta y también rezar no podía faltar, lo hacia con mucha precaución para evitar que la gente me mirara extraño, nos cambiamos de casa a vivir, porque mi padre y madre no podían convivir juntos, yo seguía igual con los rituales, lavarme las manos, escupir, rezar, ponerme una y otra vez la ropa, dar la vuelta a un objeto o franquearlo, en el colegio reprobé algunas materias, faltaba mucho, no socializaba normal por falta de motivación, los pensamientos me invadían cada segundo.
Internamiento y medicamento
Con esto no llegaba aun lo peor, en seguida comencé a tener rituales mas aya de lo normal, provocarme el vomito, colocaba mi dedo para poder tocar la campanilla, a veces vomitaba, otras solo lo hacia bien, si llegaba a tocármela sin vomitar el ritual fue un éxito, pero también comenzaron los rituales de gritar en la casa, cosas intimas mías y de otros, cosas estúpidas sin sentido, y cosas obscenas y sexuales, no solo en la casa me tocaba la campanilla, sino que también en el bus, en el momento que nadie se dará cuenta, desde que iba rumbo al colegio y cuando salia, llegue a tocarme la garganta estando en el colegio a escondidas, me tuvieron que sacar del colegio para internarme en un hospital psiquiátrico, donde dure 20 días sumándolos, estuve en rehabilitación, el hospital me daba miedo, estar con personas mas enfermas y con locuras que yo era muy incomodo, pero al fin y al cabo estaban enfermos al igual que yo, los días que allí estuve me sirvieron de mucho en apreciar todo, ahora estoy tomando medicamento controlado, sigo teniendo rituales pero no tan concurridos como antes, ahora solo me lavo las manos pocas veces, no puedo tocar el uniforme, me baño haciendo rituales, pero mi vida de antes comparada con este es el cielo, los animo a que nunca se den por vencido, gracias a mi me ha funcionado el medicamento y tener una gran voluntad psicológica para poder avanzar contra este trastorno, al terminar de hacer este post, tendré que apagar mi computadora, lavarme las manos y limpiar la pc, porque hablar sobre esto es estar contaminándome a mi mismo, solo les digo algo La vida la tenemos prestada y hay que disfrutarlo al maximo.
***Vía Taringa
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