Educarnos un poco sobre el efecto de la cafeína en nuestro cuerpo puede llevarnos a entender por qué nada en exceso es bueno y así concientizar un poco en las cantidades que consumimos al día. La controversia sobre el rol de la cafeína en el cuerpo ha sido estudiada desde hace más de una década. Sin embargo, se ha concluido evidencias que soportan los dos lados del dilema, esto solo hace un poco mas difícil saber con certeza si el consumo de cafeína es bueno o perjudicial para la salud y/o la pérdida de peso. Algo que puedo asegurar es que la cafeína es un diurético suave, lo que va a ayudar a que pierdas agua y peses menos. Otro efecto potente de la cafeína sobre la pérdida de peso es su capacidad para aumentar los niveles de energía y así aumentar las probabilidades de que exista mas actividad física durante el día. También en cantidades moderadas, la cafeína puede acelerar el metabolismo hasta 6% y aumentar la función cognitiva (la clave de esto es la “moderación”) ya que por otro lado, si abusamos de la cafeína podemos no solo dañar nuestro metabolismo sino también desbalancear nuestras hormonas. No es coincidencia que más de la mitad de la población no pueda pasar ni un día sin ingerir cafeína. La cafeína es considerada una droga porque es adictiva por su efecto inmediato en el sistema luego de ser ingerida, y que además permanece en nuestro cuerpo durante muchas horas -tiene una vida media de cuatro a seis horas en el cuerpo. Igualmente la cafeína no solo afecta nuestros niveles de energía, también afecta nuestro balance hormonal como lo mencioné antes. Y una de las hormonas que es afectada por la cafeína es el cortisol. La cafeína aumenta los niveles de esta hormona en el cuerpo. Se le conoce como la “hormona del stress” y puede dar lugar a una serie de consecuencias negativas para la salud, que van desde el aumento de peso y cambios de humor, a enfermedades cardíacas y/o diabetes. Muchos expertos creen que el aumento de los niveles de cortisol en el cuerpo aumenta también los antojos hacia grasas ycarbohidratos, y hacen que el cuerpo almacene más grasa abdominal, lo que entorno aumenta el riesgo a enfermedades cardiacas. Por otra parte, el aumento de los niveles de cortisol conducen a antojos más fuertes por alimentos altos en cafeína, y el cuerpo entra en un ciclo vicioso que sólo conduce a una peor salud. Esta es la razón por la que entre un café y otro, nuestro cuerpo empieza a pedir algo dulce o un antojito. La buena noticia es que, como mencionamos antes, la cafeína puede acelerar el metabolismo o al menos eso aseguran los expertos. Asimismo, puede ayudar al cuerpo a descomponer mejor la grasa, alrededor de 30% más eficiente si se consume antes del ejercicio (ojo: debes hacer ejercicio para obtener este beneficio). Conjuntamente, la cafeína puede mantener los niveles de azúcar en sangre elevada, haciendo que uno sienta menos hambre. Como siempre digo: “No todos los cuerpos son iguales” y la clave del éxito es el balance. Excedernos de cualquier beneficio bruscamente puede volverse contra prudente. Con potenciales efectos negativos y positivos, la cafeína puede ser tu aliada en cantidades controladas y tu enemiga en cantidades abusivas. Les recomiendo mantener el consumo de cafeína en horario matutino, controlar la cantidad (no más de cuatro tazas de café al día), no mezclar la cafeína con otros adictivos como son el azúcar y el chocolate, utilizarla para aumentar la energía antes de hacer ejercicio y substituir algunas tazas de café diarias por té verde. Disfruten la cafeína por su sabor, su rol en reuniones sociales y su capacidad de levantar el ánimo y los niveles de energía en la mañana. Sin embargo, reduzcan su rol en la pérdida de peso y aprovechen su capacidad para darnos un leve empujón de energía para caminar un poco más lejos, correr un poco más rápido o subir las escaleras sin pararnos. ***Vía Tantrasurbanos
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